domingo, 4 de mayo de 2014

Ciclo Urbano del Agua

Todos los días, la zona metropolitana de Monterrey, y sus más de 4 millones de habitantes, son dotados con más de mil millones de litros de agua. Lo suficiente para llenar 25 veces el canal del Paseo Santa Lucía.
El líquido es traído de presas a cientos de kilómetros de distancia o extraído de pozos de hasta 2 mil metros de profundidad.
Monterrey tiene dos tipos de fuentes de agua: la superficial y la subterránea: 60% presas (La Boca, Cerro Prieto y El Cuchillo), 40% pozos (60 a 100 metros de profundidad y 47 a 700 metros)
El agua de los pozos es pura y sólo necesita ser desinfectada con cloro. Al líquido de las presas también se le aplica cloro, y además pasa por un proceso de potabilización llamado filtración directa.

Después de ser bombeada a la superficie, el agua de los pozos llega a la ciudad gracias a la fuerza de gravedad, pero la que sale de las presas necesita ayuda: decenas de bombas de 45 mil caballos de fuerza.
Para distribuir el agua en toda la ciudad existe una red de tuberías: 10 mil kilómetros (lo que es igual, a ir y venir al D.F. siete veces).
Una vez que el agua es utilizada, llega al sistema de drenaje: 8 mil kilómetros de red, equivalente a ir y venir a Mérida dos veces
Del total de agua que es utilizada: 80% Es tratada (sólo aquella que llega al sistema de drenaje)
El líquido regresa a varios afluentes, pero no con calidad apta para el consumo humano. El Servicio de Agua y Drenaje de Monterrey fomenta el uso del líquido tratado en la industria y para el riego de jardines, campos y áreas verdes.
 En su camino al mar, la naturaleza hace su trabajo: mediante oxidación, el resto de las partículas orgánicas quedan desintegradas.

Para el sustento de este estado el Gobierno de Nuevo León está por iniciar la construcción del acueducto Monterrey VI, de más de 500 kilómetros, que traerá agua desde Veracruz y San Luis Potosí. Con él esperan asegurar el abasto hasta el año 2050.

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